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El militar siempre inspira
amor, confianza y pasión;
se le adora con el alma
¡se le rinde el corazón!
El amor de un militar
ha subyugado mi amor;
y si nunca me ha de amar
prefiero morir mejor.
DESPRECIO
Nunca creas que yo vuelva a ocuparme
de tu amor que otro tiempo deseaba,
pues si entonces te amé y te rogaba,
hoy no quiero de ti ni un favor.
Yo ya tengo otro ser que me quiera
que me adora con dúlcido anhelo,
es mi dicha, mi gloria, mi cielo;
para ella tan solo es mi amor.
Te desprecio por loca y perjura,
por coqueta, vil e inconstante;
hoy que tengo rendida a otra amante
ni siquiera me acuerdo de ti.
Sigue tú por la senda que quieras,
que otros tantos te cubren de flores;
yo desprecio tus viles amores...
¡y ni quiero te acuerdes de mí!